Nuestra mente está constantemente procesando información y tomando decisiones. Para hacerlo de forma eficiente, solemos recurrir a patrones de pensamiento automáticos y atajos mentales. Estos atajos, aunque útiles en muchas situaciones, pueden llevarnos a asumir conclusiones erróneas y percepciones distorsionadas de la realidad. No creas todo lo que piensas.

Cabe recordar el concepto ‘autosabotaje’: la acción (o inacción) que socava conscientemente el propio éxito y bienestar. Entre las razones detrás del autosabotaje se encuentran el miedo al fracaso y la falta de autoconfianza, inseguridades que con frecuencia detonan pensamientos automáticos de carácter negativo y autocrítico. Al identificar patrones de autosabotaje, establecer metas realistas, practicar la autocompasión y buscar apoyo de seres queridos, es posible alejarse gradualmente de pensamientos autodestructivos y construir una vida satisfactoria. Sin embargo, a veces basta con recordar que los pensamientos son solo eso… pensamientos.

Es muy peligroso creernos y sentirnos inmediata y absolutamente representados por todo aquello que aparece en nuestra mente. Además, cada individuo tiende a buscar y favorecer información que confirme sus creencias ya existentes, mientras ignora o descarta pruebas contradictorias. En psicología esto se conoce como el sesgo de confirmación. Este sesgo puede limitar nuestra capacidad de tener una perspectiva completa y objetiva de las situaciones. Otro sesgo prevalente es la heurística de disponibilidad: confiamos más en ejemplos o recuerdos vívidos fácilmente accesibles para tomar decisiones, incluso si no representan con precisión la realidad y la probabilidad.

Reconocer y cuestionar que los pensamientos son pensamientos, al igual que saber que existen diversos sesgos cognitivos, es fundamental para desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Cuando nos aferramos a una creencia o tomamos decisiones basadas en ideas automáticas, es mejor detenerse un momento y preguntarse: ¿qué evidencia respalda esta creencia? ¿Podrían haber explicaciones alternativas o perspectivas que no estoy considerando?

El escepticismo hacia nuestros propios pensamientos es esencial para una comprensión más precisa del mundo que nos rodea. Al cuestionar ciertas percepciones, nos abrimos a nuevas posibilidades y nos protegemos de caer en trampas cognitivas. Nos convertimos en pensadores más críticos y objetivos, pues nuestros pensamientos casi nunca son un reflejo de la verdad absoluta. La mente está sujeta a sesgos y distorsiones y el verdadero poder del ser humano radica en su capacidad de cuestionar.

No creas todo lo que piensas. No te conformes con las primeras conclusiones que lleguen a tu mente. Abraza a la duda y al escepticismo como herramientas para descubrir la verdad. Solo entonces estarás en camino de una comprensión más profunda y objetiva del mundo que te rodea.




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