Las canciones y la vida: cosas que se acaban
Creo que fue un martes. Frente a una taza de café recalentado, contemplaba el patio de mi casa mientras trabajaba. A lo lejos apenas se distinguían las montañas oscuras que envuelven, eternas e imponentes, a la ciudad de Quito. Con los audífonos puestos, escuchaba una de aquellas canciones que uno Leer más…