Los hombres no están contentos con su suerte y casi todos – ricos o pobres, geniales o mediocres, célebres u oscuros – quisieran una vida distinta de la que viven. Para aplacar – tramposamente – ese apetito nacieron las ficciones. Ellas se escriben y se leen para que los seres humanos tengan las vidas que no se resignan a no tener. En el embrión de toda novela bulle una inconformidad, late un deseo.
Mario Vargas Llosa – La verdad de las mentiras
Vargas Llosa describe aquella cualidad mágica de la literatura en su libro La verdad de las mentiras. Sin embargo, considero que lo que expresa el escritor peruano -Nobel de literatura en 2010-, no solo aplica al mundo de los cuentos y las novelas, sino también al cine, la música y quizás todo tipo de expresión artística o creativa. Sugiere que la verdad literaria es disímil a la verdad histórica. Aunque las ficciones que consumimos a diario (sean películas y series, novelas, cuentos, ¿incluso nuestros sueños? …) estén repletas de mentiras -o, más bien, por ello mismo- lo ficticio narra historias que la historia que escriben los historiadores no sabe ni puede contar.
Los fraudes, embaucos y exageraciones de la literatura narrativa sirven para expresar verdades profundas e inquietantes que sólo de esta manera sesgada ven la luz.
Mario Vargas Llosa – La verdad de las mentiras
Las verdades que subyacen a las mentiras de la ficción están igual de presentes en una canción pop moderna, una obra de Shakespeare, una novela de Hemingway y una serie de televisión como Breaking Bad. Cuando leí La verdad de las mentiras, hace algunos años, entendí que no mienten los escritores ni aquellos que acostumbran a soñar y habitar realidades escapistas de vez en cuando. Como dijo alguna vez Picasso, «el arte es una mentira que nos acerca a la verdad». Hablo de un tipo de verdad que solo se nos será revelado mediante el camino, apasionante y delirantemente sinuoso, de los sueños.
2 comentarios
Modesto Ponce M. · 2020 a las 15:27
En las mentiras. La ¨verdad´ no existe. Acaso una leve aproximación a lo poco que conocemos, sin certeza. La literatura es todo mentira. Por eso es todo verdad.
JM Naranjo · 2020 a las 14:01
Y, pese a ser todo mentira, da lugar a una infinitud de ‘realidades’ alternas, habitables.