Esta semana me encontré con un antiguo dicho de la alquimia medieval, que entiendo que posteriormente fue popularizado por el famoso psicólogo y pensador Carl Jung. La frase original es en latín, el libro donde la encontré está escrito en inglés, pero la traducción sería algo así como «en la suciedad será encontrado». Desde un punto de vista filosófico, esto significa que lo que más necesitamos, o aquellas cosas de mayor valor, tienden a encontrarse donde menos queremos buscar.
¿Qué nos enseña lo vivido? Toda experiencia, independientemente de cómo hoy la interpretemos, constituye una fuente de información extremadamente útil. Todo lo vivido está dispuesto a convertirse en nuestro maestro y hacernos crecer de alguna manera o, por lo menos, movernos hacia alguna dirección. Sin embargo, con frecuencia elegimos no poner mucha atención. Siempre es más fácil seguir haciendo lo mismo de siempre y, ante cualquier problema, ‘meterlo bajo la alfombra’. No hace falta mencionar que eventualmente todo explota y la vida pasa factura.
A veces cuesta aprender del pasado, por muchas razones, pero es necesario y valioso. Tal vez lo evitamos porque, de cierta forma, el pasado puede convertirse en un lugar ‘sucio’, desde el punto de vista de aquel antiguo dicho de la alquimia medieval. Es decir, es un sitio que en ocasiones evitamos pisar, sobre todo sus rincones más oscuros, por miedo a lo que hemos de encontrar si buscamos, si abrimos los ojos lo suficiente. Pero, así como en ciertos rincones del pasado, quizás en otros lugares que evitamos transitar por su aspereza, incomodidad o falta de lumbre, se encuentren respuestas que hemos ansiado encontrar toda la vida.
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